miércoles, 29 de mayo de 2013

Carlos II: El último Austria


Carlos II era hijo de Felipe IV y Mariana de Austria, la cual tuvo que ejercer de regente española durante un periodo de tiempo hasta que Carlos alcanzó la mayoría de edad en 1675 ya que por las circunstancias había sido nombrado rey a los cuatro años. Fue conocido en su momento y ha pasado a la historia con el sobrenombre de El hechizado ya que su estado mental y físico no eran los mejores para ningún tipo de cargo, y menos para ejercer como rey. Esta serie de defectos fueron la herencia de los matrimonios entre primos y hermanos que se habían ido sucediendo en esta familia.
Durante su reinado se sirvió de los validos para gobernar debido a que él no había recibido ningún tipo de preparación para hacerlo ni habría sido capaz de ello. Los validos más importantes durante su gobierno fueron:
-       Don Juan José de Austria.
-       Conde de Medinaceli.
-       Conde duque de Oropesa.
El gobierno mediante validos era muy sencillo, el rey ejercía la labor pública y los validos ejercían la toma de decisiones.
Una de sus obligaciones como rey era contraer matrimonio con alguna mujer para poder dejar descendencia. Su primer matrimonio fue en 1679, a los 18 años, con María Luisa de Orleans que moriría diez años después dejando a Carlos sin descendencia. En ese mismo año y dirigiendo la futura descendencia hacia la alianza con Alemania, contrajo matrimonio con Mariana de Neoburgo que moriría años después que Carlos y con la que tampoco tuvo descendencia.

A la muerte de Carlos en 1700 sin descendencia, dejó en su testamento como heredero a Felipe de Anjou que era nieto de Luis XVI de Francia pero Mariana de Neoburgo decidió proponer como candidato a su sobrino, el archiduque Carlos de Austria. Gracias a esto se comenzó una guerra entre los apoyaban a Felipe y los que apoyaban al archiduque, que terminó con la victoria de Felipe de Anjou que pasará a llamarse Felipe V y que será el primer Borbón español.

lunes, 27 de mayo de 2013

FENÓMENO DEL CAUTIVERIO


INTRODUCCION

El cautivo es el fruto de una guerra no declarada entre los seguidores de las predicaciones de Jesucristo y los practicantes del Islam.
Un enfrentamiento que puede ser considerado mas cruel y dañino que el choque de dos ejércitos en el campo de batalla.Esto es debido a la supremacia territorial y comercial en un espacio geografico determinado
Representa una forma dividida con caracteristicas propias .Desde el punto de vista de las victimas de este sistema,la perdida de libertad y sufrimientos innecesarios.El cautivo es el desheredado de una epoca y el inocente que sufre en sus carnes y con su tragedia unos ritmos politicos y economicos.

DESARROLLO

Entre la Monarquía Hispánica y el Imperio Otomano solo se produjo una batalla de consideración. Las costas españolas estaban demasiado lejos para las embarcaciones turcas,del mismo modo que Estambul era casi inalcanzable para las galeras cristianas.Los dos imperios basaban su poder en sus ejércitos terrestres,siendo sus armadas un factor secundario.
La región de Túnez y los estrechos italianos son la zona donde se desarrollan la mayor parte de las acciones bélicas,pero estas solo se realizan en los dos primeros tercios del siglo XVI.
Los cautivos proceden de la practica de actividades corsarias (piratas legales).
En la edad media,los reyes de Castilla estaban preocupados por la abundancia de corsarios en el Mediterráneo. Cuando los Otomanos llegan a las aguas del Mediterráneo occidental ,los suculentos beneficios que daba el corso animaron a muchas ciudades a hacer lo mismo.Con el descubrimiento de america,los sistemas económicos adquieren un mayor protagonismo.El Mediterráneo se convierte en uno de los mares mas ricos del planeta (embarcaciones que trasladaban el oro procedente de las indias)

CONCLUSIÓN

Caer cautivo es un riesgo que corren todas las personas que viajan por el Mediterráneo occidental,ya sean cristianos o musulmanes.Era una experiencia atroz y no deseada,amarga,que deja profundas consecuencias en los hombres y mujeres.
El cautivo era una mercancía bastante cara y las probabilidades de reemplazar a los muertos en alta mar eran muy escasas.
Cervantes y Argel han pasado a ser consideradas como la representación y el símbolo del cautiverio en la Edad Moderna.Por otra parte,los musulmanes apresados por los cristianos se han tenido en cuenta relativamente hace poco.

El imperio español. Colonización y pérdida de las colonias.

El proceso de colonización por parte española comenzó en 1492 con el descubrimiento por parte de Cristóbal Colón de América. A partir de éste momento se fueron conquistando diferentes territorios americanos por parte de España, Portugal, Francia, Inglaterra y Holanda. España se quedó con gran parte del territorio que pasaría a formar parte de lo que en su momento era el imperio español. Fueron colonias españolas:
·         La española.
·         Puerto Rico, que fue conquistado por Juan Ponce de León.
·         Cuba, conquistada por Diego Velázquez.
·         Panamá por Vasco Núñez de Balboa.
·         Nicaragua y Costa Rica conquistadas por Diego de Nicuesa.
·         Venezuela conquistada por Alonso de Ojeda.
Gracias a todos estos territorios, a los heredados y a los que luego se fueron conquistando, el siglo XVI español fue un siglo de gran esplendor en el que España fue uno de los países más importantes de toda Europa. El imperio español será conocido como: ‘el imperio donde no se pone el sol’.
Durante el siglo XVI se añadieron varios territorios que formaban parte de los Países Bajos y  Lombardía. Además, se siguieron conquistando territorios americanos y se formaron numerosos virreinatos, entre ellos, el virreinato de Nueva España gracias a la conquista de México por parte de Hernán Cortés y el virreinato de Perú gracias a la conquista de éste territorio por Francisco Pizarro. También se colonizaron los territorios de Bogotá, Buenos Aires, Colombia, Chile y Ecuador, entre otros.
Se exploraron por primera vez territorios africanos y asiáticos en los que se conquistaron Túnez, Argel y Filipinas.
También cabe destacar que a mediados de este siglo se empezaron a dar los primeros síntomas de una recesión de la hegemonía que suponía el imperio español. España formó parte de muchas guerras que le costaron algunos territorios como Trípoli, o una de las grandes pérdidas al formar parte de la Guerra de los Ochenta Años contra los Países Bajos que terminó, en 1648 con la independencia de este territorio.
En 1580 con la muerte del cardenal Enrique I de Portugal sin descendencia, Felipe II reclamará su derecho al trono portugués, anexionando también este territorio que, años después nos hará ganar otros territorios como Ceilán.
Durante el siglo XVII empezó a ser mucho más notable el declive en el que estaba entrando lo que quedaba del imperio español. Se perdieron muchos territorios como, por ejemplo, en 1668 Portugal que se sublevó varias veces contra los españoles hasta conseguir la independencia. Además España se vio obligada a tomar parte en la Guerra de los Treinta Años que acabó a la vez que la Guerra de los Ochenta Años, en 1648 y que dejó muy debilitada la economía española. A esto hay que sumarle la pérdida de la presencia en Taiwán y la expulsión de algunas islas del Caribe.
La guerra contra los franceses duró unos años más y terminó con la Paz de los Pirineos en 1659 en la que España se vio obligada a cederle a Francia los territorios de la Cerdaña y el Rosellón. Años después con el Tratado de Ryswick también se le cedió parte de La Española a Francia.
Ya en el siglo XVIII se perdió del todo la hegemonía que había tenido años antes España. Ayudó a que esto pasara la firma del Tratado de Utrecht en 1713 con el que se cedieron a:
·         Gran Bretaña: Gibraltar y Menorca.
·         Saboya: Sicilia y parte del Milanesado.
·         Austria: Nápoles, los Países Bajos españoles, Milán y Cerdeña.
Aunque se perdieron todos estos territorios, cuatro años después Cerdeña y Sicilia aunque durarían poco siendo españolas de nuevo.
A pesar de que España se vio envuelta en la Guerra de los Siete Años junto a Francia contra Gran Bretaña y Portugal, en la que se perdieron durante un periodo de tiempo Manila y La Habana, en el territorio americano se dio una época de mediana prosperidad. Se consiguieron varios territorios como Uruguay, Luisiana y Misisipi aunque España tuvo que ceder Florida a Gran Bretaña. También se recobró Sacramento a cambio de dejar Brasil.
Este periodo se vio pronto eclipsado por el alzamiento de dos territorios: Venezuela y Perú, que fueron la primera alarma de lo que pasaría en el siglo XIX.
España tuvo que formar parte, durante varios años, en la Guerra de la Independencia Americana, con la que finalmente se recuperarían los territorios de Florida y Menorca.
Durante el siglo XIX se terminaron de perder casi todos los territorios americanos. Se cedió por la Paz de Basilea, parte de República Dominicana a los franceses; la Isla Trinidad contra los británicos y por un tiempo Menorca, aunque se recuperará.
Se dará la Guerra de la Independencia Hispanoamericana en la que España perderá todos los territorios americanos que le quedaban excepto Cuba y Puerto Rico, territorios que perderá en el conocido Desastre del 98 junto con Filipinas.
Después de esto, en el siglo XX, sólo le quedarán a España los territorios del norte de África: el Sáhara occidental, Sidi Ifni, Guinea, las islas Chafarinas… Aunque se perderá el interés por muchos de estos territorios y se fueron entregando los territorios colonizados de nuevo hasta que sólo fueron territorio español Ceuta, Melilla y la isla de Perejil que fue el último territorio que perdió España, ya en el siglo XXI.

miércoles, 22 de mayo de 2013

CARLOS III, EL MEJOR ALCALDE DE MADRID



Carlos III nació en Madrid el 20 de Enero de 1716 y murió en la misma ciudad el 14 de Diciembre de 1788.  

Carlos III fue el hijo del primer rey Borbón que gobernó en España, Felipe V. Carlos III accedió al trono tras fallecer su hermanastro Fernando VI. Venía con la experiencia política de haber sido primeramente rey de Nápoles, lo que sirvió para el desarrollo de su monarquía en España.

Precisamente, durante su gobierno, este país, y mas especialmente Madrid sufrieron una espectacular trasformación  siguiendo el lema de Despotismo Ilustrado "todo para el pueblo, pero sin el pueblo". La capital de España pasó de ser la pequeña villa de los Austrias, donde únicamente se centraba en al administración del Estado, a una auténtica ciudad al estilo europeo.

A mediados del siglo XVIII, cuando comienza el reinado de Carlos III, Madrid era la ciudad desde la que se dirigía el Estado. Sin embargo, en torno a la capital no había casi producción industrial como sucedía en otras urbes europeas. Además existían altos grados de insalubridad (Calles bastante sucias, donde no había un correcto sistema de desagüe). nos obstante, Madrid era el punto de salida y llegada de tres destacadas vías comerciales: 

- Castilla: desde donde llegaban cereales y ganado)
- Ciudades costeras: vía de conexión con el Mediterráneo y el Atlántico
- América colonial
Esta circunstancia, hacía de Madrid el principal receptor de recursos del reino peninsular. 

La principal labor constructora de Carlos III en Madrid estuvo encaminada a un verdadero afán propagandístico. Como por ejemplo, lo que ocurrió con la construcción de palacio como el del "Buen Retiro" u otros monumentos o construcciones.
Este fenómeno también se estaba produciendo en Europa, con monarcas como María Teresa de Austria o Catalina II de Rusia, cuyo Despotismo Ilustrado les hizo ser paradigmas del mismo. 
En España ocurría lo mismo, por eso Carlos III está considerado como el ejemplo de este tipo de monarquía en el país.

En cuanto a los edificios emergidos por Carlos III en Madrid, Muchos de ellos se levantaron en puntos claves de la capital, como es el caso de la "Puerta del Sol" (actual sede del gobierno de la comunidad de Madrid). Otras construcciones importantes fueron la "Real Academia de las Bellas Artes", "El Palacio de la Aduana", "El Edificio de Correos" o la famosa fuente de la diosa "Cibeles".
El estilo arquitectónico de la construcción de estos edificios fue el predominante Neoclásico de la época, lo que logró conseguir un gran toque elegante a las calles de Madrid.

Además, se adornaron las principales puertas de entrada a la capital, la mas célebre es la "Puerta de Alcalá", única en su género, aunque le acompañan otras como la "Puerta de Toledo" o la desaparecida de "San Vicente". Todo esto, era la mejor forma de presentación del visitante que llegaba a Madrid.
De esta manera, nacía en España un nuevo Madrid. La ciudad se enriqueció con numerosos paseos, parques y floridos jardines que le dieron el aspecto de una ciudad saludable, donde la nobleza española podía disfrutar del tiempo libre.

Hoy en día, la capital sigue conservando ese porte Neoclásico del siglo XVIII, sobre todo en torno a los edificios ya nombrados, que contrastan enormemente con el denominado "Madrid de los Austrias", que podemos encontrar en la zona mas céntrica y que está plagada de edificios en estilo Renacenstista y Barroco.

Carlos III llevó a cabo esta política constructora y reformadora en Madrid ya que suponñia una nueva concepción del entorno urbano ideal, siguiendo el mismo esquema Europeo con un cierto carácter "moderno". Todo esto se llevó a cabo sin olvidar la gran influencia francesa durante las primeras décadas del reinado en los Borbones en España, donde el país vecino y su capital, París,  fueron el espejo donde Madrid se miró. De hecho, el desaparecido palacio del "Buen Retiro" se considera una réplica de Versalles.

Esta política puede presuponer que Carlos III fue un rey reformador y progresista que era lo que al pueblo le hacía falta, sin embargo, el monarca Borbón fue realmente un rey con un fuerte carácter conservador, como demuestra su vertiente de Despotismo Ilustrado.

IMPERIO COLONIAL ITALIANO

Acuñada en 1936 tras la conquista de Etiopía, la expresión Imperio colonial italiano, o simplemente Imperio italiano, se refiere a las posesiones coloniales controladas por la Italia fascista en África y en el Egeo. El imperio tuvo su máxima expansión en los primeros meses de 1940.

ÁFRICA

Somalia
La primera colonia italiana fue establecida en el sur de Somalia entre 1889 y 1890, inicialmente como protectorado. En junio de 1925 la esfera de influencia italiana se extendió a los territorios del Jubaland y las Islas Juba, hasta entonces parte de la Kenia inglesa, que fue cedida como recompensa por la entrada en guerra al lado de los Aliados durante la Primera Guerra Mundial. Italia invadió y ocupó en 1940 la Somalia británica hasta su liberación en 1941. Después de la invasión por parte de las tropas aliadas en la Segunda Guerra Mundial la Somalia Italiana fue restituida a Italia en administración fiduciaria. La colonia italiana cesó definitivamente en 1960. 

Eritrea Italiana 
La Eritrea Italiana, fue establecida Paralela a la penetración en Somalia, en 1889, y fue objeto de largos episodios sangrientos (Batalla de Dogali, Batalla de Adua) con la vecina Etiopía. Durante el fascismo, la colonia fue objeto de un ambicioso proyecto de modernización y de «occidentalización», y todavía hoy la capital, Asmara, presenta diversos edificios y monumentos como testimonios de la obra italiana. La colonia de Eritrea dejó de ser italiana en 1941.


Abisinia 
Abisinia (actualmente Etiopía) fue conquistada por las tropas italianas, comandadas por el General Pietro Badoglio después de la Segunda Guerra Ítalo-Etíope (1935–1936). La victoria fue anunciada el 9 de mayo de 1936, el Rey de Italia Víctor Manuel III asumió el título de Emperador de Etiopía y Mussolini el de Fundador del Imperio. Con la conquista de Etiopía, las posesiones italianas en África oriental (Etiopía, Somalia y Eritrea italiana) fueron unificadas bajo el nombre de África Oriental Italiana (A.O.I.), y sometidos al gobierno de un Virrey. Desde entonces inició el sueño utópico de Mussolini de enviar millones de campesinos italianos a Etiopía para transformar el territorio en un importante centro económico. Sin embargo, como miembro de la Sociedad de Naciones, Italia recibió la condena internacional por la ocupación de Etiopía.


Libia
La Libia italiana comenzó a construirse en colonia después de la breve Guerra Ítalo-Turca contra el Imperio otomano en 1911, cuando Italia adquirió el control de Tripolitania y de Cirenaica, obteniendo el reconocimiento internacional después de los acuerdos del Tratado de Lausana. Las miras italianas sobre Libia, fueron apoyadas por Francia, que veía con buen ojo la ocupación de aquel territorio en función anti-británico. En 1934, Tripolitania y Cirenaica fueron reunidas por el gobernador Ítalo Balbo para formar la colonia de Libia, Balbo hizo prosperar a su colonia asentando muchos colonos italianos en villas y ciudades construidas para ellos. En 1940 había casi 120.000 Italianos en Libia, o sea el 13% del total de la población. Balbo creó nuevas pequeñas ciudades para el desarrollo agrícola del norte de Libia por parte de estos colonos. Italia perdió el control sobre Libia cuando las fuerzas ítalo-alemanas se retiraron de Túnez en 1943.
Después del final de la guerra, Libia fue devuelta al protectorado italiano brevemente, y obtiene definitivamente su independencia en 1951.

EUROPA

Albania 
El Reino de Albania, estuvo desde tiempo atrás bajo la influencia política italiana, fue ocupada militarmente en 1939. Con base en esta decisión, se realizó el intento de Mussolini de contrapesar la alianza. La invasión de Albania, iniciada el 7 de abril del mismo 1939 fue completada en cinco días. El rey albanés Zog I se refugió en Londres. Cuando el rey italiano Víctor Manuel III obtuvo la corona albanesa, y fue designado un gobierno fascista albanés. Las fuerzas del pequeño ejército albanés fueron incorporadas al italiano.
La resistencia contra la ocupación italiana fue muy esporádica al inicio de la ocupación pero se hizo más violenta y organizada entre el 1942 y el 1943: en el verano de 1943 la mayor parte de las montañas del país estaban de hecho bajo el control directo de la resistencia albana. En septiembre de 1943 después de la caída de Mussolini, el control italiano sobre Albania se desvanece y el mando político es asumido transitoriamente por los guerrilleros albaneses, que fueron luego repelidos pocas semanas después por tropas de la Alemania nazi que instauraron un régimen de ocupación hasta noviembre de 1944.
Las fuerzas italianas quedaron apresadas o desarmadas, aunque algunas se unieron a la guerrilla albanesa antifascista.


El Dodecaneso 
El Dodecaneso es ocupado por las fuerzas italianas después de la derrota del Imperio otomano en la Guerra ítalo-turca de 1912. Para el gobierno italiano, el control de Rodas y de parte del archipiélago, es considerado como un importante éxito para contrapesar la presencia británica en el Mediterráneo. Después de la victoria en la Primera guerra mundial, Italia comenzó a consolidar su presencia en el área: con el Tratado de Sèvres de 1919, mientras la totalidad de las islas del Mar Egeo fueron atribuidas al Reino de Grecia, todas las islas del Dodecaneso permanecieron bajo la soberanía italiana, y más tarde, en 1923, con el Tratado de Lausana, fue reconocido internacionalmente la administración italiana sobre tales islas.
Con el mismo tratado de Sèvres se establecía el límite de la influencia italiana en la Anatolia Meridional, que se extiende de Konya hasta Alanya y que comprende el yacimiento carbonífero de Adalia. No obstante, en 1923 con la derrota de los griegos y el Tratado de Lausana, se estableció el retiro del contingente italiano. En septiembre de 1943 después de la caída de Mussolini, el control de las islas es asumido por los soldados de la Wehrmacht, tras lo cual se suprime la administración italiana.


Montenegro 
Durante la segunda guerra mundial Montenegro, provincia del Reino de Yugoslavia, fue un territorio ocupado por el Reino de Italia. Además se creó bajo auspicio italiano el Estado Independiente de Montenegro en junio de 1941, que fue restablecido como una monarquía constitucional con un trono vacío, después de que fue rechazado por el titular rey de Montenegro y un príncipe de la dinastía Romanov y declarado un protectorado italiano. Este estado fascista (que duró desde 1941 hasta 1944) fue teatro de una sangrienta guerra civil, especialmente cuando pasó a ser controlado por la Alemania nazi a finales de 1943.

ÁSIA
Tientsin (China) 
En 1901, como a muchas otras potencias extranjeras, fue garantizada al Reino de Italia una concesión comercial en el área de la ciudad de Tientsin (actualmente Tianjin) en el Imperio chino. La concesión italiana, fue una de las menores concesiones concedidas por el Imperio chino a las potencias europeas. Después del fin de la Primera Guerra Mundial la concesión austriaca en la misma ciudad fue absorbida por la italiana. Los términos de la concesión fueron rediscutidos, y en fin la misma concesión fue de hecho suspendida, inmediatamente después de un acuerdo entre la República Social Italiana y el gobierno filo-japonés de la República de Nanquín en 1943. Después del armisticio del 8 de septiembre de 1943, la guarnición italiana en Tientsin combatió contra los japoneses, pero se vieron poco después obligados a rendirse y pagar con el cautiverio en Corea. La concesión de Tientsin, así como los cantones comerciales italianos en Shanghái, Hankow y Pekín, fueron formalmente suprimidos con el tratado de paz de 1947.

FIN DEL IMPERIO
El Imperio Italiano es definitivamente disuelto a finales de 1943, cuando los italianos fueron expulsados del norte de África y del África oriental, por las fuerzas británicas. Las tropas italianas en Albania, en el Dodecaneso y en las otras islas griegas fueron retiradas a partir de septiembre de 1943, de modo cruel (Masacre de Cefalonia), después de la caída de Mussolini. Formalmente Italia fue privada de todas sus posesiones coloniales con el Tratado de París de 1947. En 1950 las Naciones Unidas reconocieron a Italia la administración fiduciaria de la Somalia Italiana hasta 1960.