miércoles, 22 de mayo de 2013

CARLOS III, EL MEJOR ALCALDE DE MADRID



Carlos III nació en Madrid el 20 de Enero de 1716 y murió en la misma ciudad el 14 de Diciembre de 1788.  

Carlos III fue el hijo del primer rey Borbón que gobernó en España, Felipe V. Carlos III accedió al trono tras fallecer su hermanastro Fernando VI. Venía con la experiencia política de haber sido primeramente rey de Nápoles, lo que sirvió para el desarrollo de su monarquía en España.

Precisamente, durante su gobierno, este país, y mas especialmente Madrid sufrieron una espectacular trasformación  siguiendo el lema de Despotismo Ilustrado "todo para el pueblo, pero sin el pueblo". La capital de España pasó de ser la pequeña villa de los Austrias, donde únicamente se centraba en al administración del Estado, a una auténtica ciudad al estilo europeo.

A mediados del siglo XVIII, cuando comienza el reinado de Carlos III, Madrid era la ciudad desde la que se dirigía el Estado. Sin embargo, en torno a la capital no había casi producción industrial como sucedía en otras urbes europeas. Además existían altos grados de insalubridad (Calles bastante sucias, donde no había un correcto sistema de desagüe). nos obstante, Madrid era el punto de salida y llegada de tres destacadas vías comerciales: 

- Castilla: desde donde llegaban cereales y ganado)
- Ciudades costeras: vía de conexión con el Mediterráneo y el Atlántico
- América colonial
Esta circunstancia, hacía de Madrid el principal receptor de recursos del reino peninsular. 

La principal labor constructora de Carlos III en Madrid estuvo encaminada a un verdadero afán propagandístico. Como por ejemplo, lo que ocurrió con la construcción de palacio como el del "Buen Retiro" u otros monumentos o construcciones.
Este fenómeno también se estaba produciendo en Europa, con monarcas como María Teresa de Austria o Catalina II de Rusia, cuyo Despotismo Ilustrado les hizo ser paradigmas del mismo. 
En España ocurría lo mismo, por eso Carlos III está considerado como el ejemplo de este tipo de monarquía en el país.

En cuanto a los edificios emergidos por Carlos III en Madrid, Muchos de ellos se levantaron en puntos claves de la capital, como es el caso de la "Puerta del Sol" (actual sede del gobierno de la comunidad de Madrid). Otras construcciones importantes fueron la "Real Academia de las Bellas Artes", "El Palacio de la Aduana", "El Edificio de Correos" o la famosa fuente de la diosa "Cibeles".
El estilo arquitectónico de la construcción de estos edificios fue el predominante Neoclásico de la época, lo que logró conseguir un gran toque elegante a las calles de Madrid.

Además, se adornaron las principales puertas de entrada a la capital, la mas célebre es la "Puerta de Alcalá", única en su género, aunque le acompañan otras como la "Puerta de Toledo" o la desaparecida de "San Vicente". Todo esto, era la mejor forma de presentación del visitante que llegaba a Madrid.
De esta manera, nacía en España un nuevo Madrid. La ciudad se enriqueció con numerosos paseos, parques y floridos jardines que le dieron el aspecto de una ciudad saludable, donde la nobleza española podía disfrutar del tiempo libre.

Hoy en día, la capital sigue conservando ese porte Neoclásico del siglo XVIII, sobre todo en torno a los edificios ya nombrados, que contrastan enormemente con el denominado "Madrid de los Austrias", que podemos encontrar en la zona mas céntrica y que está plagada de edificios en estilo Renacenstista y Barroco.

Carlos III llevó a cabo esta política constructora y reformadora en Madrid ya que suponñia una nueva concepción del entorno urbano ideal, siguiendo el mismo esquema Europeo con un cierto carácter "moderno". Todo esto se llevó a cabo sin olvidar la gran influencia francesa durante las primeras décadas del reinado en los Borbones en España, donde el país vecino y su capital, París,  fueron el espejo donde Madrid se miró. De hecho, el desaparecido palacio del "Buen Retiro" se considera una réplica de Versalles.

Esta política puede presuponer que Carlos III fue un rey reformador y progresista que era lo que al pueblo le hacía falta, sin embargo, el monarca Borbón fue realmente un rey con un fuerte carácter conservador, como demuestra su vertiente de Despotismo Ilustrado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario