domingo, 2 de junio de 2013

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

La revolución industrial fue un periodo histórico entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del siglo XIX, en el que Gran Bretaña en primer lugar, y el resto de Europa continental, surgen el mayor conjunto de transformaciones tecnológicas, socioeconómicoas y culturales:

Transformaciones tecnológicas:
Incluyen el uso de nuevos materiales como son el hierro y el acero, las nuevas fuentes de energía como el carbón y las nuevas fuerzas motrices como la máquina de vapor. Se intentaron nuevas máquinas para hilar o para tejer (el telar mecánico) que permiten un enorme incremento de la producción con un mínimo gasto de energía humana. También deben destacarse las importantes mejoras de los transportes (trenes y barcos a vapor) y la creciente interacción entre la ciencia y la industria. Estos cambios tecnológicos supondrán un vertiginoso incremento del uso de los recursos naturales y de la producción en masa de bienes manufacturados.
Fuera del campo de la industria se producirán también impotantes cambios, como mejoras en la agricultura que hará posible el suministro de alimentos para una creciente población urbana, declive de la tierra como principal fuente de riqueza con el creciente papel que irán tomando la industria y el comercio internacional.

Transformaciones socioeconómicas y culturales:
Podemos destacar el crecimiento de la población urbana, el desarrollo de la llamada clase obrera y sus movimientos de protesta (el movimiento obrero), el espectacular crecimiento de los conocimientos científicos y técnicos.

La revolución industrial estuvo dividida en dos etapas: la primera del año 1750-1840, y la segunda de 1880-1914. Todos estos cambios tuvieron varias consecuencias:
Demográficas:
Traspaso de la población del campo a  la ciudad (éxodo rural), migraciones internacionales, crecimiento sostenido de la población, grandes diferencias entre los pueblos e independencia económica.
Económicas:
Producción en serie, desarrollo del capitalismo, aparición de las grandes empresas (sistema fabril) y como conclusión una desigualdad entre pueblo y ciudad. 
Sociales:
Nace el proletariado, que así es como se designa a la clase obrera que carece de propiedades o medios de producción para subsistir, y nace la cuestión social, que es el trastorno por el encuentro del progreso material con el decaimiento de los principios ético-sociales.
Ambientales:
Deterioro del ambiente y degradación del paisaje.Explotación de la tierra.

Lo que mas podemos destacar sobre la Revolución Industrial, bajo mi punto de vista, seria la economía industrial, ya que llegó a suponer una gran evolución no solo en el ámbito económico, sino también en el ámbito social y mercantil.

ECONOMÍA INDUSTRIAL
A pesar de todos los factores anteriores, la Revolución Industrial no hubiese podido prosperar sin el concurso y el desarrollo de los transportes, que llevarán las mercancías producidas en la fábrica hasta los mercados donde se consumían.
Estos nuevos transportes se hacen necesarios no sólo en el comercio interior, sino también en el comercio internacional, a que en esta época se crean los grandes mercados nacionales e internacionales. El comercio internacional se liberaliza, sobre todo tras el tratado de Utrecht (1713) que liberaliza las relaciones comerciales de Inglaterra, y otros pases europeos, con la América española.. Se termina con las compañías privilegiadas y con el proteccionismo económico; y se aboga por una política imperialista y la eliminación de los privilegios gremiales. Además, se desamortizan las tierras eclesiásticas, señoriales y comunales, para poner en el mercado nuevas tierras y crear un nuevo concepto de propiedad. La Revolución Industrial generó también un ensanchamiento de los mercados extranjeros y una nueva "División Internacional del Trabajo) (DIT). Los nuevos mercados se conquistaron mediante el abaratamiento de los productos hechos con máquinas, por los nuevos sistemas de transporte y la apertura de vías de comunicación, así como también, mediante una política expansionista.
El Reino Unido fue el primero que llevó a cabo toda una serie de transformaciones que la colocaron a la cabeza de toso los países del mundo. Los cambios en la agricultura, en la población, en los transportes, en la tecnología y en las industrias, favorecieron un desarrollo industrial. La industria textil algodonera fue el sector líder de la industrialización y la base de la acumulación de capital que abrirá paso, en una segunda fase, a la siderurgia y ferrocarril.
Otros países siguieron un modelo de industrialización diferente y muy tardía como Italia, el Imperio Autrohúngaro, España o Rusia. La industrialización de éstos se inició tímidamente en las últimas décadas del siglo XIX, para terminar mucho después de 1914, y casi siempre, como Francia y España, como desesperada respuesta a las mejoras militares inglesas, fruto de su industrialización, ya que todo ese proceso se enfocaba a mejorar la armada y el ejército, lo que constituía el núcleo principal de los beneficios empresariales. De modo que de alguna forma la industrialización de esas otras naciones no fue si no una forma de lucha por la supervivencia de las oligarquías nacionales locales ante la amenazadora pujanza industrial colonial-imperialista británica.

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