LA COMPAÑÍA DE JESÚS (siglo XVII – XVIII)
La Compañía de Jesús fue una orden religiosa de la Iglesia
Católica fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola.
Durante el siglo XVII-XVIII la Compañía de Jesús llegó a
controlar gran cantidad de territorios dedicados a la agricultura y a la
explotación de minas. Del mismo modo comenzaron a desarrollar una gran
actividad intelectual y a aumentar su poder financiero, ganando así peso social
e influencia política.
Como consecuencia directa de ello, los gobiernos ilustrados
de la Europa del siglo XVIII confabularan para acabar con la Compañía de Jesús
y expulsarla de Europa.
En primer lugar, La Compañía de Jesús fue expulsada del
Reino de Portugal en 1759 acusados de promover un atentado contra el rey.
Posteriormente en 1762 son expulsados del reino francés donde ya existía una
situación polémica entren Jesuitas y Jansenistas*, situación que fue
aprovechada para revisar la legalidad de la Compañía de Jesús y se consideró
que ni la compañía ni su doctrina laxista era compatible con la Monarquía
francesa.
En 1767, la Compañía de Jesús es acusada de instigar el
Motín contra Esquilache y es expulsada de España para un año más tarde ser
expulsada de nuevo de Nápoles y del Ducado de Parma.
Finalmente en 1773 el Papa Clemente XIV presionado por las
Cortes Católicas se ve obligado a firmar el documento Dominus Ac Redemptor en el que se disuelve la compañía y la Iglesia
se ve recompensada por ello al recuperar Aviñón, El Condado Venesino y los
Señoríos de Benevento y Pontecorvo.
A los jesuitas expulsados solamente se les permitía llevar
consigo sus efectos personales y un libro, todas las demás posesiones pasaban a
manos de la Monarquía de cada territorio.
*Distinción entre Jesuitas y
Jansenismo:
Los jansenistas consideran que Dios predestina a los hombres
a la salvación por un decreto absoluto de su omnipotencia por medio de la
“Gracia Eficaz” es decir que la gracia le es debida, mientras que el
pensamiento jesuita da mayor libertad al hombre en cuanto a la salvación: “Dios
conoce al hombre y sabe si él se salvará o se condenará” Dios concede una
gracia suficiente para salvarse y quien la aprovecha y vive obrando bien se
salvará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario